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Pide INAH Precauciones ante lluvias en edificios históricos

Cuando a un edificio no se le da mantenimiento en forma periódica, lo que en un principio aparecen como pequeños daños, se pueden convertir en daños mayores, pudiendo incluso al correr del tiempo, hacerlos desaparecer.

Si se daña o pierde cualquiera de sus partes queda expuesta a los elementos naturales, que lo van minando poco a poco siendo presa fácil de sismos, huracanes y otros agentes naturales que los atacan, en Chihuahua sobre todo las lluvias.

Por tal motivo es necesario, cada determinado tiempo, revisar con cuidado los edificios y viviendas antiguas y hacer los

trabajos de mantenimiento preventivo para que se conserven protegido.

Comencemos por la limpieza: el primer paso hacia la conservación es el aseo. Las edificaciones deben mantenerse limpias, evitando la acumulación de basura, tierra, cascajo o cualquier elemento de desecho, ya que ocasionan humedades, sobrepesos, insalubridad y mal aspecto.

La limpieza en las azoteas y bajadas de agua de lluvia es importantísima explican las arquitectas que conforman el área de los monumentos del centro INAH Chihuahua, Ana Karen Zaragoza y Emilia Díaz, esta última coautora del MANUAL DE CONSERVACIÓN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS Y ARQUITECTURA DE TIERRA.

Asegurando que se deberán barrer constantemente las azoteas y revisar las bajadas de agua, para evitar que el agua de lluvia se acumule y encharque, y no pueda desalojarse bien, ya sea tubería o por las gárgolas, que se tapan fácilmente con hojas o basura.

Además, ante la presencia de hierbas y plantas en muros y cubiertas deben quitarse, ya que causan humedad y otros daños. Para ello, se arrancan de raíz, después se resana la cubierta o muro empleando el mismo material con que fue construido. Para erradicar hongos, líquenes y musgo se lavará con agua y jabón neutro, tallando con cepillo de raíz y luego se lava con agua limpia.

Para la impermeabilización de las azoteas, primero asegúrese de que la superficie esté en buen estado, después barra hasta dejar la superficie limpia. Hay dos formas de impermeabilizar, la primera es la tradicional usando agua, jabón lejía y alumbre. La segunda refiere a utilizar elementos industriales. En ambos casos conviene asesorarse del Instituto Nacional de Antropología e Historia, sobre todo si se trata de un monumento histórico construido antes del año 1900.

El centro INAH ofrece asesorías gratuitas para este tipo de mantenimientos en sus instalaciones de Paseo Bolívar 608, colonia Centro, de la ciudad de Chihuahua, o bien, en su número telefónico 6144108733.