Locales

Participan madres, como asesoras y usuarias en educación para jóvenes y adultos del ICHEA

– Además de atender su hogar y trabajar, Mireya Carolina participa en la enseñanza y el auto-aprendizaje de personas de 15 años en adelante

– Rafaela Chaparro, de 58 años y madre de 12 hijos, aprendió a leer y escribir y quiere obtener su certificado de primaria

«Una de las más grandes satisfacciones que se puede tener, es que tu familia esté estudiando, y que tú, al compartir la enseñanza, motivas a jóvenes, adultos, adultos mayores y personas que ya habían desistido, a estudiar, y que te agradezcan porque aprendieron a leer y a escribir o porque recibieron su certificado de primaria o secundaria”, afirmó Mireya Carolina Meléndez Acosta, asesora educativa de la Plaza Comunitaria El Aliviane en la ciudad de Chihuahua.

Mireya, como muchas madres de familia, cuida a su hija, que estudia en la Universidad Autónoma de Chihuahua, mientras que ella enseña a jóvenes y adultos a leer y escribir, sin descuidar la atención de su hogar, además de que debe cubrir con su jornada laboral, pues como asesora, es figura solidaria del ICHEA.

Asimismo, para Rafaela Chaparro Martínez, de 58 años de edad y madre de 12 hijos, el haber aprendido a leer y escribir en la plaza comunitaria Atenas del Instituto Chihuahuense para Educación de los Adultos (ICHEA), es ejemplo y motivo de superación, pues dice que ahora puede comprender medidas, números y otros conceptos y por ello, desea confeccionar ropa que le permita contar con un negocio propio.

En el caso de Rafaela, quien enviudó hace 10 años, animada por su prima, quien la veía en una profunda depresión, tomó la decisión de estudiar y acudir al ICHEA, donde se informó sobre los requisitos para comenzar las asesorías.

Por lo anterior, desde hace un año asiste 3 veces por semana a clases y comenta que antes no podía ver las letras ya que no le gustaban para nada, pero gracias al empeño y dedicación aprendió a leer y a escribir, ahora, con los conocimientos que ha adquirido ya puede utilizar la calculadora con gran facilidad y le tomó gusto a la lectura.

Ambas madres de familia, una como asesora y la otra como usuaria, aportan su participación en la enseñanza y en el auto-aprendizaje respectivamente.

Son muchas mujeres que como ellas, se comprometen a estudiar o a compartir sus conocimientos a través de los servicios de alfabetización, primaria o secundaria del ICHEA, que atiende a personas de 15 años o más.