Educación Locales

Infancia moderna, por Jorge Rafael Madrid Mejía

Septiembre, 2017.
Un columpio vacío. Un sube y baja abandonado. Así es la infancia moderna.
Nací en 1991. De niño coleccionaba canicas, jugaba fútbol hasta que se oscurecía, jugaba al bote volado, escondidas, las traes, paseaba en bicicleta por mi calle, hacía pasteles de lodo, y muchas cosas más.

Pues hoy en día no es lo mismo…

Fui este fin de semana al Parque Lerdo, camino de regreso, transité por barrios donde habitan decenas de familias, más no vi a ningún niño jugando a las afueras de sus casas. ¿Qué ocurría?
El clima estaba perfecto, sin aire, sin lluvia, sin frío, un poco de sol.

Eran las cuatro de la tarde, en domingo.

Pues más adelante, quizás unas tres o cuatro cuadras, me encuentro a un grupo de niñas que no habían de llegar ni a los trece años. Cinco niñas reunidas en montón. Riéndose entre ellas.
Ese sonido sí que lo reconocí, el dulce sonido de la risa. Me acerqué con curiosidad. ¿Qué se estarían contando? ¿Qué habría pasado? Algo gracioso, de seguro.

Lo que vi, puedo decir que me decepcionó totalmente. Un grupo de niñas, todas reunidas, pero no hablando entre ellas, ni jugando con alguna muñeca, no, todas con un celular en la mano.
Me fui de ahí algo triste. Ahora que lo pensaba, hacía tiempo que no veía a niños pasear en triciclos por el parque, o grupos de niños jugando con pistolas de agua. Más es común verlos con una tablet o con un celular en mano hoy en día.

A fin de cuentas, es la era digital, reina la computadora y el celular, pero no puedo evitar entristecerme y preguntar ¿qué resultados dará esto en el futuro? ¿Cómo pensará un adulto que de niño no jugó con carritos o con pistolas de juguete? ¿Cómo actuará un adulto que de niño jugaba con un celular en vez de jugar con soldaditos?

Sea como sea, ya van varias las veces que a mis 26 años me encuentro diciendo «En mis tiempos era diferente».