La hechura del teatro en México es un asunto de vocación, más que de dinero, y la asistencia de los espectadores no necesariamente depende de los costos de los boletos, sino de un asunto cultural, coincidieron dos de sus creativos Jaime Matarredona y Pablo Perroni.
Sin embargo, tienen claro que el desafío constante es aumentar la afluencia del público y en eso trabajan cada día, ofreciendo propuestas novedosas, de calidad artística, temas actuales, entretenidos y reflexivos que identifiquen a los espectadores, más allá de lo grandes o íntimas que puedan ser.
En el Día Mundial del Teatro, que hoy se celebra y que fue creado por iniciativas del Instituto Internacional del Teatro (ITI) en 1961, observan un panorama alentador en el que la cartelera presenta una rica oferta de diferentes géneros, para todo tipo de público.
Tan sólo en lo que va de 2018, el director de escena y supervisor general de producción de
Les Misérables, Jaime Matarredona, recordó que OCESA Teatro y Mejor Teatro estrenó recientemente este musical, así como la comedia El Test, en el Teatro Santa Fe en Zéntrika, y mantiene en cartelera Mentiras, el musical —desde hace nueve años en el Teatro México—, La estética del crimen, El hombre de la Mancha y preparan el estreno de Vaselina.
A la par, fue anunciado el estreno de Hello Dolly! para octubre en el Teatro de los Insurgentes —donde se presenta con gran éxito Privacidad, con Diego Luna— producción también de Carlos Carrera y Tina Galindo, quienes reabrirán el remodelado Teatro Libanés con otro estreno, La sociedad de los poetas muertos, protagonizada por Alfonso Herrera. Es decir, la cartelera fluye con una obra tras otra, en espera de obtener una respuesta positiva del público.
Sin embargo, el teatro es la cuarta opción del público al asistir a un evento cultural en México. De cien personas mayores de 18 años de edad, el 26.6 por ciento eligió, por lo menos una vez, o más, experimentar una obra en 2017.
Así lo registraron los resultados más recientes del Módulo sobre Eventos Culturales seleccionados (Modecult), publicados en mayo de 2017 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Somos “muchas personas que vivimos enteramente del teatro y eso nos da una esperanza y una referencia de qué se puede hacer.
“No me sorprende que sea la cuarta opción de entretenimiento, porque no es una opción popular, pero no tiene nada que ver con el precio.
“Incluso en el mal llamado teatro comercial, si le buscas, puedes encontrar precios muy accesibles. En El rey león dábamos boletos a 300 pesos a estudiantes y, seguramente, eso sucederá en Les Misérables. No me parece impagable, aunque siempre queremos que la gente vaya más al teatro. Somos de las ciudades del mundo con más espectáculos teatrales a la semana, no sólo por lo que hacemos en OCESA Teatro y Mejor Teatro, sino por lo que se ve en la cartelera”, destacó Matarredona.
Desde su punto de vista, el teatro es una experiencia espiritual, de vida, que crea comunidad, que se comparte entre creativos y espectadores.
Pablo Perroni, dueño del Teatro Milán y el Foro Lucerna, así como actor y productor, expresó que el teatro invita a reflejarse y exponer temas de actualidad, sin dejar de ser un divertimento; simplemente a sensibilizarse.
“Al tener tantas producciones, nos damos cuenta qué es lo que al público le interesa ver. No hay nada que se le parezca al teatro, al acto de contar historias en tiempo real y la magia que tiene.
“Siempre nos quejamos de que no hay suficiente público, pero es una gran labor tener que crear nuevas generaciones de público, y no es lo único con lo que hay que competir, también está todo lo que te ofrece una computadora. Es una labor ardua, pero somos apasionados y seguiremos trabajando para saber qué es lo que quieren ver para que la afluencia sea mayor”, dijo Perroni, quien durante más de dos años ha protagonizado el monólogo Puras cosas maravillosas, temporada que reabrirá el 3 de abril, y tiene nueve obras de otras compañías en sus espacios.
Para saber
La Unesco define la cultura como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales, materiales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social. Engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, creencias y tradiciones.
La cultura como elemento dinámico, inductor de desarrollo y cohesión social, juega un papel importante ante la cuestión de la diversidad cultural, la integración de comunidades minoritarias, los procesos de igualdad de género y la problemática de las comunidades marginadas.
fuente:: excelsior
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