Expertos y expertas buscan crear un instrumento auxiliar sin afectar las variantes regionales del idioma y proteger el derecho de menores de pueblos originarios a recibir atención educativa en sus propias lenguas maternas
En lo que se considera un importante avance y un gran paso en la preservación cultural e histórica en Chihuahua personas estudiosas del área de la docencia y de culturas indígenas participaron en el taller “Ralámuli escrito para todas y todos”.
Durante tres días en la capital del estado expertos lingüistas compartieron sus propuestas para consensuar el diseño de un instrumento auxiliar, que
unifique la escritura del idioma Ralámuli sin alterar las variantes regionales, lo cual ha sido una meta durante muchos años.
Rafael González Valdez, jefe del Departamento de Educación Indígena de Servicios Educativos del Estado de Chihuahua (Seech), señaló la importancia de generar herramientas oficiales para ayudar a docentes que desconocen la lengua materna de sus estudiantes indígenas.
El solo educarlos en castellano ha propiciado la pérdida de identidad de las y los menores, lo cual es incorrecto porque vulnera su derecho a recibir educación en sus propia lengua, comentó.
Otro participante, Fidel López, se dirigió al auditorio en Ralámuli para contextualizar la importancia de desarrollar un manual que permita utilizar ese idioma sobre todo en los sectores educativos y de salud.
«Todos los hablantes de esta lengua y maestros, tenemos que hablarles con nuestro idioma, para explicarles nuestra cultura y enseñarles desde cuándo somos indígenas y desde cuándo existimos», aseveró.
Dijo que sirve también para transmitir los conocimientos de mejor manera y con ello incide en que la comunicación y convivencia intercomunitaria sea más sana: “Escribir adecuadamente el idioma Ralámuri nos hace entendernos en todos los rincones».
En el proyecto participan la Dirección de Atención a la Diversidad y Acciones Transversales así como el Departamento de Educación Indígena, Seech; el Centro de Investigación y Docencia; la Comisión Estatal de Pueblos Indígenas; el Instituto de Educación para Adultos; y la Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua.
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