Halo. Es el año 2530, la humanidad se encuentra en la cima de su potencial tecnológico habitando ya cientos de planetas, el viaje entre las estrellas es una cosa simple de todos los días. Una rebelión insurgente que se opone al gobierno establecido es el foco de atención de millones, pero todo cambia cuando aparece una raza alienígena dispuesta a destruir a los humanos por razones desconocidas… Tú eres John, un súper soldado del programa Spartan-ll, el destino de la humanidad está en tus manos.
Así es como en 2001 llega Halo a los mercados para imponerse implacablemente y ser coronado como uno de los juegos más populares en la historia. Bien se puede decir que Halo no es precisamente el juego favorito de todos en el mundo de los videojuegos hoy en día, pero es innegable el hecho de que marcó una era estableciendo cierto estándar para los juegos de disparos y de ciencia ficción.
Puede que la premisa de Halo actualmente no suene muy original que digamos, pero en sus tiempos sí fue algo revolucionario en la industria.
Granadas volando por todos lados, naves espaciales, explosiones, tanques de guerra, disparos, más explosiones, sostener dos armas a la vez, todo ese caos magníficamente complementado con música de fondo que resulta inolvidable y épica. ¡No se diga el multijugador! Debí de haber pasado días, semanas, meses enteros compitiendo contra jugadores de otros países, y les diré algo… no me arrepiento.
Vendiendo un millón de copias en cinco meses, Halo arrasó con los records de ventas en aquellos entonces. Pero, ¿qué hizo que Halo gustara tanto? ¿Cuál ha sido su trayectoria desde 2001?
Me es fácil hablar de su trayectoria: nueve juegos principales, expansiones, más de trece libros, incluyendo una novela gráfica, cómics, adaptaciones cinematográficas, figuras de acción coleccionables, disfraces, y mucho más.
Puedo decir que ha sido un viaje intenso de emociones al límite que disfruté profundamente. Nada se comparaba a la emoción de ir a la casa de mis amigos y jugar unas partidas competitivas entre nosotros. Gritábamos cuando una granada se nos pegaba a la armadura, nos peleábamos entre tres o cuatro jugadores por ganar control del tanque en alguna parte del mapa, o aullábamos de furia cuando alguien salía de la nada con una escopeta. No puedo recordar experiencia más intensa, y creo que esa es la razón por la cual Halo gustó tanto.
De misma forma, y esto lo digo de una manera muy personal, siento que había momentos en la campaña igual de intensos. Como cuando salió el Flood por primera vez, o cuando Carter se despide, el Sargento Johnson, el adiós de Cortana, y otros tantos momentos inolvidables.
No es de sorprenderse, tras 16 años de existencia, que la saga de Halo cuente con una fiel comunidad dispuesta a defenderla de insultos y demás comentarios negativos. Desde comentarios hechos por opositores a la saga, hasta fieles seguidores, esta es una recopilación de comentarios hechos en los últimos años: “Halo para mí terminó en Halo 3” “Halo wars y Halo ODST jamás debieron existir” “El mejor multijugador lo tiene Halo 2” “Halo está sobrevalorado” “Las gráficas de Halo 3 fueron decepcionantes” “El final de Halo 2 es frustrante” “Halo Reach es la mejor historia en la saga” “Hubiera estado perfecto uno o dos niveles más en la campaña de Halo Reach para desarrollar aún más a los personajes” “No me lo van a creer, a mí sí me gustó Halo wars” “Para mí el Halo más difícil fue Halo 3” “Se siente una nostálgica despedida de Bungie en Halo Reach” «Compré la consola sólo por Halo».
Algo es seguro. El futuro de la saga se volvió incierto desde que Halo pasó a ser responsabilidad de 343 industries, y es casi imposible no hacer comparaciones con entregas pasadas, sobretodo con las expectativas que tiene la comunidad gamer. Yo diría que lo mejor es mantenerse a la espera de nuevos títulos, no olvidar que existen otros videojuegos, opinar una vez que salga un nuevo Halo, y disfrutar de los ya existentes.
Por último, me permito recomendarles el libro Halo: La Caída de Reach.
Recuerden, los espartanos nunca mueren, sólo desaparecen en combate…
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