El cruce sobre una cuerda entre dos torres más altas de México, a más de 200 metros, que realizó el alemán Alexander Schulz no estuvo exento de dramatismo.
Poco después de las 11:00 horas de ayer, Schulz, uno de los principales exponentes del higline urbano (cruces en cuerda floja entre edificios) partió desde el techo del cuarto de elevadores de la Torre Bancomer, a 235 metros de altura.
Tenía que atravesar una distancia de 217 metros para llegar hasta el techo de la Torre Reforma, a 244 metros de altura sobre el nivel de la calle.
La disciplina que practica Schulz incluye un arnés que va sujetado al cable tensado entre los edificios, de modo que al tener un incidente y caer de la cuerda, queda sujeto del cable y puede reiniciar su recorrido. Eso fue lo que le sucedió ayer a Schulz, cuando momentos después de partir de la Torre Bancomer y echar a andar sobre Reforma resbaló y cayó de la cuerda. Sin embaro, quedó sostenido del arnés y pudo retornar a la torre.
Schulz realizó su recorrido descalzo y utiliza sus brazos para balancearse, y no la garrocha que le podría brindar mayor estabilidad. Tras aflojar un poco la cuerda, el alemán inició un nuevo intento que sí consiguió para lograr una nueva marca mundial, consistente en el más largo paso sobre una cuerda floja entre dos edificios sin ayuda de garrocha.
Cabe señalar que a la hora del cruce de Schulz, sobre la Ciudad de México soplaba un viento de entre 20 y 40 kilómetros por hora que pudieron haber provocado la pérdida de su equilibrio.
Shulz tiene una marca absoluta de 600 metros realizada en China, con 17 caminatas elevadas. Su anterior récord entre edificios fue de 170 metros.
El último récord mundial en esta disciplina tenía como registros una altura de 185 metros y longitud de 170 metros.
fuente: excelsior
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