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Reabren iglesias y templos en la CDMX

Este domingo templos y recintos religiosos en la Ciudad de México reabrieron sus puertas al público luego de casi cinco meses de profesar su fe sin la presencia de fieles.

Las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas, la toma de temperatura corporal así como la utilización de gel antibacterial en las manos y la sana distancia dieron la bienvenida a los creyentes que este domingo decidieron acudir a escuchar misa de manera presencial.

Es el caso de la catedral metropolitana de la Ciudad de México, lugar en donde minutos antes del

mediodía los obispos auxiliares agradecieron el regreso gradual de las personas y aseguraron al público tener un lugar seguro para recibir a la gente, pues hasta este momento ningún caso de Covid19 se ha registrado en ese centro mariano.

«Poder compartir nuestra alegría de volver a la celebración con la presencia de los fieles, sabemos que esto será algo gradual y tendremos mucho cuidado para colaborar con la sociedad y evitar justamente que la situación de la pandemia, los contagios, los enfermos y los decesos disminuyan» expresó en conferencia de prensa el obispo auxiliar de la Ciudad de México, Salvador González Morales.

Por otra parte, el rector de la catedral metropolitana, Ricardo Valenzuela Pérez habló que en este regreso a los templos el aforo máximo en la catedral no deberá rebasar las cien personas.

«Estamos en la posibilidad de poderles atender en este momento dadas las circunstancias en la que estamos tenemos cien lugares previstos para fieles con la sana distancia, y esto dependerá por lo tanto de cada celebración» puntualizó el rector.

En cuanto a las iglesias que se encuentran en las colonias de mayor riesgo, los obispos destacaron que continuarán oficiando misas sin la presencia de fieles hasta que el semáforo epidemiológico lo permita.

Posteriormente, en la homilía el obispo Salvador González alentó a las personas a ser fuertes en los momentos adversos que se enfrentan a partir de la pandemia del Covid19 y a poner en práctica todo lo bueno que se haya aprendido durante el confinamiento.

Consideró que las crisis que se viven en todos los órdenes, son la oportunidad de ayudar al prójimo y de revivir la esperanza. fuente: ecelsior