En los próximos meses, estarán listos tres programas en los que trabaja el Instituto Chihuahuense de las Mujeres: Cultura Institucional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres; Empoderamiento Económico de las Mujeres y Prevención y Atención del Embarazo en Adolescentes.
Gobierno del Estado cuenta actualmente con un Plan Estatal de Desarrollo, diseñado con perspectiva de género, que incorpora varias iniciativas, que buscan cumplir al interior de las dependencias, con el
derecho a la igualdad entre mujeres y hombres.
Estos tres programas estarán terminados a finales del próximo año 2018 y se sustentan en la Ley Estatal del Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y en la Ley de Igualdad para Mujeres y Hombres
En el caso del programa de Cultura Institucional para la Igualdad entre Mujeres y Hombre,s implica tres ejes: clima laboral, corresponsabilidad entre la vida personal y la laboral, así como la prevención y atención del acoso y hostigamiento sexual.
El derechohumanista Elizardo Rannauro, master en género y encargado de desarrollar dicho proyecto, habló sobre la importancia de contar con un clima laboral sano, a fin de que las personas del servicio público, atiendan a la población sin discriminación alguna y para generar una política pública, bajo los principios de igualdad y no discriminación, en el ámbito de sus competencias.
En el programa de Empoderamiento Económico de las Mujeres, participan varias dependencias, entre ellas, las Secretarías del Trabajo y Previsión Social, de Innovación y Desarrollo Económico y la de Desarrollo Social, por mencionar algunas.
Este programa, tiene como finalidad lograr que las mujeres puedan autoemplearse y encontrar los medios necesarios para independizarse, por lo que incluye apoyos, gestión de créditos accesibles y capacitación, además, se aplicará de manera transversal en el Gobierno del Estado y deberá estar terminado a finales del mes de septiembre.
Para su creación, se cuenta con la asesoría de Francisco Coss, funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con sede en Barcelona y quien ha estado trabajando de forma conjunta con el ICHMUJERES, para concluir este proyecto.
“Empoderar a las mujeres, significa que tomemos el poder de nosotras mismas, que podamos tomar las riendas de nuestra vida y dejar de depender de otras personas”, precisó Isela Lozoya Velo, coordinadora ejecutiva del Instituto Chihuahuense de las Mujeres.
Explicó que en términos de derechos humanos y de desarrollo de las mujeres, éstas deben encontrar por sí mismas, una vía para que dejen de depender de la pareja, económicamente hablando, que es la situación que se da con más frecuencia, y que en muchos casos, las convierte en víctimas de la violencia, pues existen situaciones en las que no son capaces de decidir si pueden o no comprar un par de zapatos, por poner un ejemplo.
Actualmente el Ichmujeres aplica este proceso de empoderamiento, en las mujeres que son apoyadas y atendidas en la dependencia, por ser víctimas de violencia, primero brindándoles la atención de urgencia, que es la emocional, y después asesorándolas en grupos de terapia, para que tomen valor y puedan llegar a ser autosuficientes.
Por último, el Programa de Prevención y Atención de Embarazo en Adolescentes, engloba la creación del Grupo Estatal de Prevención de Embarazo en Adolescentes, que recientemente fue creado en Chihuahua, con la finalidad de que para el año 2030 la actual tasa de fecundidad entre las mujeres mexicanas ubicadas en el rango de los 15 a los 19 años de edad, se reduzca a la mitad, además de erradicar el embarazo en niñas menores de 15 años.
Por ello, se coordinan las acciones, para llevar a cabo las actividades conforme a la estrategia nacional, y de esta forma prevenir el embarazo en adolescentes. Estas acciones se implementarán a nivel estatal, a través del programa especialmente diseñado para este propósito.
Los objetivos son: asegurar el acceso efectivo a una gama completa de métodos anticonceptivos, incluyendo los reversibles de acción prolongada (ARAP), para garantizar una elección libre e informada, así como la corresponsabilidad del varón en el ejercicio de la sexualidad; incrementar la demanda y calidad de la atención de los servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes, y garantizar el derecho de las niñas, los niños y de la población adolescente, a recibir una educación integral en el tema de la sexualidad, en todos los niveles educativos de gestión pública y privada.
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