El Centro de Crecimiento Integral y Derechos Humanos (CCIDH), realizó el pasado viernes 14 de septiembre un debate entre grupos vulnerables, esto con el fin de que los involucrados dieran a conocer las problemáticas de sus comunidades, y sus posibles soluciones mediante la participación política. Ése realizó en la Sala Erasmo Palma del Centro Cultural Carlos Montemayor, y se tuvo la participación de integrantes de la comunidad Rarámuri que reside en la capital, un grupo de la comunidad LGBTTTQI, y de la comunidad sordomuda.
Mediante el programa Juventudes Participativas, los elementos de la asociación civil del Centro de Crecimiento, Rodrigo Carrasco y Eduardo González, involucraron a los asistentes a dar a conocer sus problemas de viva voz, y dieron oportunidad a los asistentes de
reflexionar a través del diálogo y con un debate de ideas, proponer una posible solución a los predicamentos y retos que tienen a vencer los Rarámuris que viven en la capital, los integrantes de la comunidad LGBTTTQI, y la comunidad Sordomuda de Chihuahua.
Entre los problemas expuestos, manifestó una habitante del asentamiento Rarámuri “El Oasis”, se encuentra el creciente índice de drogadicción en los residentes de este asentamiento indígena, y señaló, el consumo de estas sustancias ha llegado incluso a los niños. Proponiendo una mejor vigilancia materna, y un mayor involucramiento en la vida del hijo, a fin de saber qué hace con el tiempo, aseguró.
Mientras que en representación de la comunidad LGBTTTQI, una mujer expresó que el principal problema que enfrentan los gays, lesbianas, personas trans, y demás integrantes de dicha comunidad, es el estigma dogmal emanado de las instituciones religiosas. Esto al considerar que fomentan un discurso de odio que se refleja en la vida diaria, y aseguró, esto sucedió en la rendición de protesta de la alcaldesa María Eugenia Campos Galván.
Así mismo, dijo, en los poderes representados por los líderes del Estado, del Congreso y el Municipio, existe un nulo interés por los intereses de la comunidad. Resultando como propuesta la aplicación del “Estado Laico” para evitar que la Curia Católica o de otras Religiones influyan en la vida de política del Estado.
Mientras que en representación de la comunidad sorda, un hombre, expresó que al momento de buscar insertarse laboralmente son relegados a puestos operativos pese a tener los estudios, la preparación e inclusive el título. Esto, en base a experiencia propia, pues aseguró es difícil que los empleadores vean un potencial en un sordo. Como propuesta para solucionar ésto, dijo, debería abrirse un cierto número de plazas laborales en la iniciativa privada y en el Gobierno, a fin de emplear a los diferentes perfiles laborales de México.









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