Las operaciones por medio de contratos de fideicomiso se han venido incrementando en México, pues cada vez más empresas y personas recurren a estos para administrar bienes y capitales en el corto, mediano y largo plazo, explicó el Contador Público, Alberto Miranda Gutiérrez, Socio de Impuestos de Deloitte.
Al brindar una conferencia ante socios del Instituto y Colegio de Contadores Públicos de Chihuahua, Alberto Miranda quien también se especializa en la industria de hotelería y bienes raíces, explicó que los contadores deben actualizarse en torno a las regulaciones que tiene la figura del fideicomiso, ante el exponencial incremento en operaciones bajo esta figura.
Ante escándalos que se han dado a nivel nacional por el uso inadecuado de los fideicomisos, el contador Miranda considero que la persona que desea obrar mal utilizará este o cualquier mecanismo (como las sociedades o su propio patrimonio), para cometer ilícitos y es por ello que la autoridad cuenta con regulaciones desde el punto de vista fiscal y bancario.
El alto ejecutivo de la firma Deloitte subrayó que actualmente se podrían contabilizar en el mercado unos 14 Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (FIBRAS) y se especializan en arrendamientos hoteleros, de oficinas e industriales.
Otro tipo de fideicomisos son los Certificados de Capital de Desarrollo, que también salen a la bolsa de valores para emitir sus certificados. Estos últimos no invierten en bienes raíces, por lo que sus principales inversionistas son las administradoras del Fondo para el Retiro (AFORES).
“Hay muchísimos (CKD´s), prácticamente cada día sale uno nuevo. Sus principales inversionistas son las Afores, que no pueden invertir salvo en la bolsa y en títulos de gobierno. Tienen tanto dinero las Afores y las aseguradoras, que están ávidos de encontrar proyectos buenos para invertir en ellos”, opinó el contador Alberto Miranda.
Expreso que el crecimiento en los fideicomisos es una oportunidad para los despachos contables, porque estos contratos lógicamente deben llevar contabilidad, controles internos e incluso son auditables.
Informó que actualmente son pocos los profesionales de la contaduría que se especializan en auditar fideicomisos y tampoco tienen al “hilillo” la legislación vigente en la materia.
Al ahondar en estos tipos de contratos dijo que se vienen utilizando desde mucho tiempo atrás “y los hemos visto de lejos y con cierto miedo. Cuando un fideicomiso realiza una operación en realidad no es el fideicomiso el que la hace, perse, sino quienes están detrás del fideicomiso, los fideicomitentes o fideicomisarios”.
Y es que –explicó- el fideicomiso se divide en fideicomitente, que es quien aporta los bienes al patrimonio de este contrato; el fiduciario que es el que administra los bienes y los fideicomisarios que son los beneficiarios de los fondos del fideicomiso.
Crecen operaciones por medio de fideicomisos en México

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