Este lunes 27 de marzo, se conmemoro en México el “Día del Archivista”, por este motivo, la Secretaría de Cultura organizó en la ciudad de Chihuahua una capacitación especializada para quienes ejercen esta profesión, a través de dos talleres que fueron impartidos los días 17 y 27 de marzo.
El trabajo de los y las archivistas es fundamental para el rescate, preservación y difusión de la memoria, pilar de la transparencia, garante del acceso a la información y, ante todo, herramienta del buen gobierno y administración.
La jefa de la División de Archivos de la Secretaría de Cultura, Liliana Rascón, señaló que estas dos capacitaciones se suman a la constante preparación y actualización de procesos correlacionados con la preservación y administración de archivos.
“Dentro de nuestro mismo trabajo estamos siempre capacitando al personal de la secretaría y de otras instituciones que se acercan a pedir este tipo de apoyos, como parte de la asesoría que se brinda a los municipios y otras dependencias”, indicó
El primer curso taller SARIP-SIGA se realizó el pasado 13 de marzo en las instalaciones del centro de cómputo de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Autónoma de Chihuahua, con la participación de archivistas de diferentes instancias con la impartición de la empresa Infroestratégica de la ciudad de México, en donde se dio a conocer el manejo del software – herramienta para la gestión documental y manejo de archivos dentro de los sistemas institucionales.
Este lunes 27 de marzo en la sala de usos múltiples, la licenciada Miroslava Reyes de la Conserva, impartió el taller de elaboración de cajas y guardas para la conservación documental en el marco de las primeras jornadas de Gestión Documental, con la asistencia de compañeros del Registro Civil, Registro Público de la Propiedad, Instituto de Cultural del Municipio, del Archivo de Nuevo Casas Grandes y del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En 1995, el Archivo General de la Nación (AGN) designó el 27 de marzo como el “Día del Archivista”, con el propósito de revalorar y reconocer el trabajo de las personas que, con su quehacer cotidiano, se erigen en los depositarios de la memoria de nuestra sociedad, ya que se han encargado de recolectar, gestionar, proveer y garantizar el acceso a los documentos.
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