El actor, comediante y productor mexicano Héctor Suárez, quien combinó la comedia con la crítica social y política a través de personajes populares, murió ayer 2 de junio a las 7:20 horas en Morelos, a los 81 años de edad, debido a un paro cardiorrespiratorio y tras una larga batalla contra el cáncer de vejiga. Sus restos fueron cremados y descansarán en su casa en Lomas de Cocoyoc.
Héctor Suárez Hernández fue ganador del Ariel en 1972 como Mejor coactuación masculina por la película Mecánica Nacional y fue creador de personajes que retrataron la
diversidad del mexicano como El No Hay, El Flanagan, Doña Soyla, El Destroyer, El Picudo, El Chaquiras, El secretario, Justo Verdad, El Lic. Buitrón, Tomás, El Tirantes y El mil usos, entre otros.
Nació en la Ciudad de México el 21 de octubre de 1938. Creció con su abuela, que fue soldadera, tras el divorcio de sus padres. Estudió en el Instituto Politécnico Nacional hasta que descubrió la actuación, con su mentor, el maestro y actor Carlos Ancira, con el que colaboró en el llamado teatro de tesis en 1960. Inició su trayectoria en el cine mexicano en 1964 con El asalto. A partir de entonces sumó 124 créditos en cine y televisión. Sus últimas participaciones fueron en las películas Suave patria (2012), Americano (2016) y Mentada de padre (2019), y en las series El recluso (2018) y Run Coyote Run (2020).
En teatro cerró el telón, con ovaciones tras cada función en 2018, con su actuación en la obra La señora presidenta, en el Teatro Aldama, producida por Guillermo Wiechers y Alejandro Gou. También trabajó en comedias como Toc Toc (2013) y El crédito (2014), junto al productor Morris Gilbert.
Los contenidos de sátira política y crítica social expresados por Héctor Suárez causaron escozor ante presidentes como Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, gobiernos que amonestaron al actor. Por tal motivo probó diferentes señales de televisión para expresar sus contenidos. En 2017 denunció amenazas contra él y su familia por su humor negro y sátira política, entonces hecha hacia el presidente Enrique Peña Nieto. Una de sus frases para continuar con su labor, a pesar de todo, compartida en el programa El minuto que cambió mi destino, de Imagen Televisión, fue: “Ser feliz, vivir a morir, esa es la clave”. fuente: excelsior
