En el ejido Caridad Guerrero, de Tacotalpa, Tabasco, la Secretaría de la Marina destinó un helicóptero para llevar las despensas que envió a los pobladores el Movimiento Antorchista, ante la pérdida de un puente por las inundaciones y la incomunicación que sufren desde hace dos meses.
Tacotalpa, Tabasco.- “Ah, diantre, compadre, cáite con el refresco, ¿o eres tan tacaño que no comes huevo por no tirar la cáscara?” Sonrisas, piquetes de ombligo, fintas y gestos del interlocutor, quien
termina por compartir la botella. El marcado acento del Sureste, alto, claro e inevitable cambiador de las eses por jotas suaves; el tono festivo y de guasa, tan de la ocasión, y el propio semblante relajado de la gente, daban realce a lo que se estaba viviendo en el momento, porque a esas alturas, los pobladores ya se habían puesto alegres. Y no era para menos.








